Los puertos de montaña son el alma de Camins Vius, el recuerdo más latente de aquellas historias de caballerías, de mercaderes, de músicos, etc. que tomaban los caminos de herradura, sin otra opción viable, para cruzar de un valle a otro del Pirineo. Historias de saqueos de mercancías y de pastos; robos de animales cargados de vino de Aragón y de especies; secuestros macabros con suculentos rescates que podían acabar con bandoleros y ladrones practicando el asesinato más cruel.
Camins Vius atraviesa 10 puertos de montaña que conectan los Valles: Coll de Saburo de 2680m, Puerto de Rus de 2600m, Collada de Basco de 1980m, Puerto de Vielha de 2440m, Paso del Coro de 1946m, Coll de la Cruz del Eixol de 2220m, Puerto de Gelada de 2060m, Puerto de la Bonaigua de 2060m, Coll de Fogueruix de 2080m y Coll del Triador de 2160m.
Hagamos memoria...
Puerto de la Bonaigua
En 1929, Josep Puig i Cadafalch subvencionó una excursión a la Val d’Aran, de la mano de los expedicionarios del CEC Lluís Estasen, Josep M. Soler y Pablo Badia, para dar a conocer las ventajas del esquí en las gentes de aquellos pueblos aislados.
En julio de 1924 el rey Alfonso XIII inauguró la carretera de la Bonaigua entre festejos de aquellos que veían la oportunidad empresarial de aprovechar la infraestructura como negocio. Por primera vez, existía una puerta abierta de comunicación entre las dos comarcas.
Fotografía de M. Solé. Archivo Fotográfico del Servicio de Audiovisuales (IEI)
Hacía tres viajes por semana y los otros días los hacía un compañero, y cuando hacía mal tiempo pasábamos juntos el puerto por precaución. Un día un alud lo cogió pero se salvó gracias a los ladridos de su perro.
El correo venía de Francia y también de España, pero igualmente todo pasaba por Francia en aquellas épocas. Hubo un compromiso entre los dos países para gestionar la correspondencia de la Val d’Aran desde Francia, hasta que se construyó el túnel de Vielha.
Yo subía con raquetas por Tredòs y de allí hasta la Bonaigua, donde intercambiaba el correo con el cartero de Esterri y en ocasiones, si algún trabajador de FECSA me dejaba los esquís, bajaba hasta abajo.
En invierno y primavera nos reuníamos un grupo de 5 o 6 hombres, con ganas de caminar y de ganarnos un sobresueldo, y cada mes habíamos llegado a hacer 2 o 3 viajes hasta Andorra. Una de las rutas que utilizábamos más pasaba por Irgo, Malpàs, Senterada, Montcortés, Baro, Tornafort, puerto de la Esquina, bordas de Arcos y Andorra. Otras veces, según por donde soplaba el viento, pasábamos el Portarró hacia Espot y de allí hacia la montaña de Alins. Con temperaturas muy bajas y por caminos llenos de nieve, cargábamos sacos de hasta 40kg de lana de oveja y enfilábamos a buena marcha, atravesando pasos de montaña y riberas, hacia Andorra, para venderla a buen precio. Recuerdo un camino antes de cruzar la Noguera Pallaresa, por debajo de Tírvia, los civiles nos tirotearon, creo que para asustarnos, pero nos dispersamos y horas después nos encontramos todos en Espot, a salvo.
Fotografía de M. Solé. Archivo Fotográfico del Servicio de Audiovisuales (IEI)
Puerto de Vielha
Este puerto pone en comunicación el Valle de Aran con la comarca Ribagorzana, y, dada su situación intermedia entre el Pallars y el puerto de la Picada (Benasque), puntos de más tráfico, resulta no ser tan frecuentado como este. Su pasaje es impracticable durante más de medio año para las caballerías y muy difícil para los peatones, porque si bien el trayecto es relativamente más corto que los otros puertos de los Pirineos, por su considerable altura en relación a los puntos de acceso y sus rápidas vertientes, en especial las del lado del Valle con su exposición Ubago, hace que se encuentren cubiertas de nieve helada durante mucho tiempo. Además, por su gran proximidad a las Montañas Malditas, las tormentas de nieve y ventisca son terribles. Pocos son los inviernos que no haya allí víctimas con viajeros imprudentes. – Val d’Aran. Soler i Santaló, Juli.
Civiles y soldados republicanos cruzando los Pirineos. (Fotografía cedida por la Fundación Hospital de Benasque)
Cuando yo era joven ya venía gente a Aigüestortes, pero no como ahora. ¡Ha cambiado tantísimo todo! La gente antes iba más a Caldes, a tomar los baños. Llegaban por el puerto de Rus, desde Cabdella; piensa que en los años treinta, la carretera de la Pobla en el puente llegaba sólo a la Cruz de Perves, era más cómodo venir por Rus que el puente.
Era un 16 de noviembre de 1902, ¡hace ciento siete años! Una pareja de recién casados de la Vall de Boí marchaba por Francia. La fuerte nevada los detiene en el Hospital. Tres días después, el 19, con un tiempo incierto, intentan atravesar el puerto. Seis meses después encuentran sus cuerpos helados, pero perfectamente conservados en las últimas nieves de una larga primavera.
Hospital de Vielha i la Capella cap al 1930. Fotograf desconegut. Ecomuseu d’Esterri d’Àneu. (Fotografía cedida per la Fundació Hospital de Benasque)